Primera Parte.
Esa noche descansaba pacíficamente
en un costado de su cama, su estaba cuarto completamente oscuro, la única luz
que irradiaba el interior era la Luna grande y majestuosa, una luna llena y un
cielo nocturno estrellado. Fuera de su casa soplaba el viento frío anunciando
que el invierno estaba cerca y que muy pronto empezaría a nevar como cada año
al final de otoño. Luis yacía profundamente dormido por lo que no escuchaba el
silbido del aire ni el golpeteo de la rama del árbol cerca de su ventana, al
que ya se le habían caído todas las hojas, ya pasaban de la media noche cuando
Luis dio una vuelta al otro lado de su cama, en su rostro se reflejaba un
angustia, movía los ojos de lado a otro como buscando ayuda.
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Era un puente tan alto y en los
extremos se veían dos torres con ventanas que parecían ojos viendo malévolamente
y las puertas de ambas torres en forma de bocas ahogando gritos de histeria o
de victoria, y el pobre Luis atado de manos en el centro del puente. Cada vez
los estiraban más y más generándole un dolor insoportable sintiendo que se le
desgarraba la piel y le dislocaban los hombros. No había nada, solo Luis en el
centro, las torres y las siluetas que veía en la cúspide de ellas, girando unos
engranes que hacían que se estiraran las cadenas. Luis no reconocía las
siluetas y por una extraña razón no quería saber que eran, lo único que él quería
era despertar de ese sueño maldito. Al poco rato de su sufrimiento por una de
las puertas, la derecha o la izquierda daba igual, vio que algo salía, empezó viendo
unos pies de caballo, pero para su horror estaba de pie sobre sus patas
traseras y su cola se movía sigilosamente de un lado a otro en contra del
viento. Poco a poco noto que terminaba de ver con horror lo que salía de la
puerta de la oscuridad infinita, los ojos rojos parecía encenderse al mirar a
Luis pero solo eso alcanzaba a ver ya que tenia una toga que que no le permitía ver su rostro.
Luis tenia los ojos llenos de lágrimas,
parecían que se les iba a salir de sus cuencas, empezó a gritar horrorizado y a
jalar de las cadenas que ataban sus manos sin conseguir movimiento alguno. La cosa
se acercaba más y más tenía un bastón que en el extremo tenía tres puntas, como
el de aquel dios mitológico que gobernaba los océanos, le acerco y dejo a la vista una enorme lengua que le lamió el rostro a Luis, con una mueca de asco miro hacia el otro
lado pero las garras de la mano libre de la cosa le agarro el rostro y lo
voltio hacia sus ojos rojos como la sangre, se miraron fijamente; Luis al ver en el interior de sus ojos solo vio oscuridad. En ese momento la cosa levanto el brazo y le engullo el bastón
en el centro del abdomen de Luis.
Mientras el otro Luis el que estaba mirando
desde algún punto en el cielo trato de desviar la mirada pero no consiguió apartarla
porque algo se lo impedía, quería cerrar los ojos pero no pudo. Lo que si sucedió
es que de un momento a otro Luis empezó a caer al vacío sin saber hacia dónde
se dirigía o si había algún lugar donde caer, y si al caer yacería muerto de un
solo gran golpe sordo, pero lo que paso fue que despertó, sudando con un dolor
en el estómago le dolía el cuello por el esfuerzo hecho al tratar de mirar a
otro lado, no se explicaba que le había pasada si en realidad fue un sueño o
cruzo algún umbral hacia otra dimensión y vio el futuro, un futuro incierto
pero no muy lejano a la realidad. Por un momento pensó ver los ojos rojos desde
uno de los sillones que se encontraba frente de su cama, pero se pasó el brazo
sobre sus ojos y ya no estaba. Intento dormir pero no pudo hasta después de una
hora ya el sueño le venció pero no hubo ninguna otra experiencia durante el
tiempo que estuvo dormido.
Vio al diablo? O un fauno o lo que llamamos waychivo? Que miedo
ResponderEliminarNo se, jejeje estoy trabajando en la 2 da parte aún, pero tal ves es algo peor :D
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